Se están gastando un dineral en la promoción de "la fiesta", y la corrida del 17 de Junio, en la plaza monumental de Barcelona, es la mejor prueba de ello.
Incluso los mismos aficionados reconocen que no todas las entradas han sido puestas a la venta, ni mucho menos, y es esa, y sólo esa, la única razón por la cual se agotaron con tanta rapidez.
Es lógico. Los aficionados les importan poco, necesitan de un impacto mediático y lo priorizan, y parece que incluso los medios han sido manipulados por esta red empresarial llamada tauromaquia, o viceversa. Sí, has leído bien; la tauromaquia no es otra cosa que la empresa disfrazada de la cultura; son objetivos económicos escondidos tras maniobras “culturales”. La tauromaquia es un arte, dicen; y quizás estemos de acuerdo. Si es un arte es el arte del engaño, y de la manipulación barata; el arte de manejar las mentes más torpes con la crueldad más sangrienta, mucha sangre, y poca letra, y no procede el viceversa.
Ahora, eso sí: esta corrida la harán a lo grande. Personajes representando la triste escena mediática española, y la tristísima escena política catalana, todos ellos con todos los gastos pagos (directa o indirectamente, pagados por nosotros), un despliegue logístico y mediático impresionante (pagado por nosotros), torturadores de primera línea (también pagados por nosotros) y una digna puesta en escena al mejor estilo Hollywood: habrán los medios de comunicación, habrán cenas de gala, habrá el champagne y habrá la sangre, y derramarán la sangre mientras se beberán el champagne, aunque en este caso, es una opción “el viceversa”. Habrá cinismo, habrá incluso un ignorante disfrazado de héroe
“Barcelona: una ciudad progresista” rezan fanfarrones los más votados (¿) sinvergüenzas, a los que horas más tarde se les podrá observar degustando placenteramente el sabor de la sangre en la plaza monumental.
Sí señoras y señores, vengan a la manifestación, no se pierdan el show, pasen y vean a estos seres abominables y miserables: llegarán con sus mejores galas, en sus mejores coches y con sus mejores miserias, entrarán, beberán, reirán y gritarán, saciarán la sed de sangre y de violencia, y no solo maltratarán a un animal, sino que además doblegarán el mismísimo sentido de la palabra progresismo; y para más INRI, subvencionados con tus impuestos.
Entre tantas incoherencias y viceversas se desarrollará el espectáculo en la progresista Barcelona, y nos darán de sí lo mejor que pueden darnos: indignación y vergüenza.
Puedes descargar el cartel, imprimir la mayor cantidad que puedas, y pegarlos donde te sea posible, o donde te dejen hacerlo. Pero por sobre todas las cosas, no faltes.